domingo, 19 de septiembre de 2010

Escultura bicentenaria

Canfield recién hizo la escultura del Coloso para los festejos patrios.
Menudo debate el que se ha provocado a causa de su parecido con Benjamín Argumedo, antirevolucionario y quien traicionó a Villa y Zapata (o por lo menos eso dicen varios sitios)
Arte, según Othón Téllez (artista y docente impecable) remite a la resignificación de una realidad.
Dado que "la obra" más bien parece una copia de una imagen que alguien buscó en google al teclear la palabra revolución, la escultura no sería una pieza artística, sino un intento visual de monografía-pagada-por-el-gobierno.
Cuando a alguien se le ocurrió que el Coloso se parecía a Argumedo la referencia fue borrada de inmediato. Quizás confiaban más en que nadie se daría cuenta y que la ignorancia seguiría prevaleciendo sin ser cuestionada. Afortunadamente surgió la crítica.

Lástima que en general, las manifestaciones culturales sigan siendo un dejo de hegemonía y que se reste espacio de difusión a las obras que surgen como un repensamiento de nuestra realidad.


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